Vídeo de Presentación y Carta a Duarte.
La Romana, Rep. Dom
24-1-2019
Juan Pablo Duarte Diez
Padre de la Patria Dominicana
Distinguido Duarte:
Mis más cordiales
saludos, escribo en vísperas de su nacimiento ya que mente pensó en usted, y
realmente me llené de nostalgia, hace
tiempo que no pasaba, pero cada veintiséis de enero nos hace recordar a todos su gran patriotismo. Aunque ya es diferente
en estos tiempos, pero el agradecimiento en cada corazón de los dominicanos que
paseamos libres por las plazas, que podemos estar junto a nuestros familiares
sin tener que preocuparnos por nada, que somos dueños de nuestros actos cívicos
y de nuestro poder de elegir hoy está presente. Adornamos nuestras casas con la
bandera tricolor, forjada a base de sacrificio y sangre, pero llena de una fe
inquebrantable de que algún día esa bandera seria ondeada en lo más alto de
nuestras cabezas, y así fue, porque la idea de una patria libre nunca se
perdió, y la llama de la deseada libertad nuca la pudieron apagar, y aunque
esta patria siempre tiene atentados contra su identidad, nuca flaqueamos,
porque hay una semilla sembrada en nosotros, que crece y crece y nos hace
quienes somos. Una semilla que usted plantó.
El orgullo de cada una de las voces que se alza a cantar el
Himno que nos define como nación es la recompensa del precio que usted, y los
demás participantes del acto de la libertad debieron pagar, el que los que
ahora están lejos puedan recordar quienes son y decir alto y fuerte ¨Yo soy
Dominicano´´ es la prueba de que nada de lo que usted hizo fue en vano. Pueden
pasar quinientos años, podemos avanzar miles de años más, nunca se olvidará a
quien se debe todo esto. A Dios, quien es el autor de los más grandes planes
para sus hijos, y a usted y sus compañeros de patria por llevarlo a cabo.
El veintiséis de enero no es simplemente un día festivo más,
no es una excusa para faltar a clases o al trabajo, es un día en donde todos
marchamos orgullosos y dignos, con nuestro corazón desbordado y con nuestra
libertad en frente. Recordar nos ha hecho mejores cuidadores de esos tesoros.
Los que sirven al país, los que los representan, los que han
dado sus vidas y los nacidos en él, todos estamos con la mano en el pecho,
quisqueyanos valientes alzamos nuestro canto para siempre, un canto que a voces
proclama los hechos de un pueblo que rompió sus cadenas de esclavos, porque nos
enseñaron que ser libres o morir.
En los campos se escuchan
los ecos de sangre derramada, que pinto el rojo de nuestra bandera, el cielo se
pinta del azul de Dios que nos protege a todos, y el blanco de esas nubes que
representan nuestra libertad. El escudo que en medio proclama la palabra de
Dios, porque abrieron nuestros ojos mostrándonos la verdad, y por esa verdad
hoy somos libres.
Mi Querido Duarte, todo eso es gracias a usted, gracias al
valor, la determinación y la fe que le
ayudo a perseverar. Quizás el siguiente año pueda volver a escribirle, pero mis
palabras de agradecimiento van a ser las mismas.
Sin más, me despido recitando las palabras de nuestro Himno
Nacional que dicen ´´Que quisqueya será destruida, pero sierva de nuevo jamás´´
Con mis más cordiales
saludos, Glennys
Estudiante
Liceo Aristides Garcia Mella
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